DATOS BIOGRÁFICOS DE LINO MORALES GÓMEZ

Lino Morales Gómez nació en Fuente el Fresno, provincia de Ciudad Real, el 23 de Setiembre de 1919 y está afincado en Barcelona desde 1964. Pensador nato, ha dedicado toda su vida a un trabajo intelectual de lectura y raciocinio constantes. Fruto de ello son estas reflexiones y otras muchas que encierran toda una filosofía de vida que quiere compartir con los lectores. Sus fuentes han sido los libros que ha leído de múltiples autores con ideologías diversas, así como las conclusiones que ha sacado él, particularmente, de su experiencia de vida.

domingo, 11 de mayo de 2014

PARTICIPACIÓN JUSTA EN EL USO DE LAS RIQUEZAS NATURALES

Autor: Lino Morales Gómez

    Ésta es una de tantas cuestiones mal entendidas y peor practicadas, no lo concretamos a pesar de que este tema es comentado y debatido a diario en todos los niveles sociales. Creo que este malentender es debido a dejarse llevar por las ancestrales tradiciones.
    Aparte de eso, en las esferas políticas casi siempre se usa como medio para ganarse adeptos, no para aclarar el origen y el destino justo, natural y lógico de todas y cada una de las riquezas naturales. El egoísmo y la demagogia son causantes de este problema y no dan soluciones para corregirlo.
    Ya va habiendo muchos que opinan que la propiedad privada de los elementos y de los medios de producción es un obstáculo para que pueda haber una "participación justa en el uso de las riquezas naturales".
    Estas frases y otras parecidas, tan manoseadas en estos tiempos, no aclaran nada de esta cuestión; no la aclaran porque sólo se usan con fines interesados. Creo que más bien enmarañan el verdadero fondo del problema. Por eso, estos debates se están quedando vacíos de contenido, pues más bien ocultan la verdad de las injusticias que se están practicando precisamente contra las personas que producen las riquezas.
    Quiero exponer mi criterio acerca del problema de la "justa participación de las riquezas naturales", y dejo que cada cual  opine lo que le parezca.
    De entrada, diré que niego rotundamente que pueda ser justa ninguna clase de distribución o reparto de las riquezas naturales. Ruego a quien lea esta afirmación mía, que, antes de juzgarla, lea las razones en que me fundo para opinar de esta manera.
    Primero, debemos aclarar, como ya tenemos dicho, que es preciso definir y diferenciar entre las dos clases de riquezas que existen en nuestro mudo. Hay unas riquezas que son naturales y otras que son de artificio, o sea que unas están ahí desde siempre en la naturaleza y otras son creadas con el trabajo del hombre.
    Así pues, en mi opinión, las riquezas no naturales, o sea, las creadas con el trabajo del hombre, es muy justo que sean propiedad privada de la persona, hombre o mujer, que las hayan generado o producido con su trabajo. Creo que esto es muy natural. Y no veo razón alguna para obligar a nadie a que las reparta ni a que las comparta con nadie contra su voluntad.
    Luego, están las otras riquezas, las naturales, las no generadas con el trabajo de los hombres. Éstas están constituidas por los elementos naturales. Sin duda alguna, todos los elementos naturales constituyen y nos reportan unas inconmensurables riquezas. Estas riquezas no deberán ser privativas de nadie en particular, ya que por su naturaleza son o deben ser de propiedad y de uso común. Como no han sido producidas por ningún trabajo humano, siempre deberán seguir siendo de propiedad o de uso común, pues nunca debieron ni debemos privatizarlas.
    Si nos las repartiésemos entre todos, entonces cada uno tendríamos una pequeña porción de ellas y, como resultado, las habríamos privatizado. Esto sería como si partiésemos en pedazos a nuestra propia madre y nos los repartiésemos, chalaneando después con las compras y las ventas de esos pedazos. Esto sería ir contra natura e iríamos contra los derechos y las leyes naturales. Y todo lo que sea ir contra estas leyes y estos derechos naturales es injusto, irracional, en suma, inmoral.
    Por ello, no hay racionalidad alguna para repartirnos estas riquezas, ya sean abundantes o escasas, ya que todas las riquezas naturales son  bienes comunes y no son privativos de ninguna manera. 
    Lo justo y natural en esto es que todos participásemos del fruto o de los beneficios que de manera espontánea da la naturaleza,  así como de cualesquiera de los elementos naturales. Deberíamos ser copartícipes del valor de esos frutos y de esas riquezas naturales. Valores que los recibiríamos en servicios, en capacitarnos, en asistencias sanitarias, en darnos cultura, en cuidarnos y atendernos como lo hace una buena madre con sus hijos, pues es nuestra madre naturaleza la que nos cobija a todos nosotros que somos sus descendientes, sus hijos.
    Este sería el justo y natural reparto de beneficios de las riquezas naturales. A esto es a lo que todos tenemos un derecho natural a participar de ellos. 

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