DATOS BIOGRÁFICOS DE LINO MORALES GÓMEZ

Lino Morales Gómez nació en Fuente el Fresno, provincia de Ciudad Real, el 23 de Setiembre de 1919 y está afincado en Barcelona desde 1964. Pensador nato, ha dedicado toda su vida a un trabajo intelectual de lectura y raciocinio constantes. Fruto de ello son estas reflexiones y otras muchas que encierran toda una filosofía de vida que quiere compartir con los lectores. Sus fuentes han sido los libros que ha leído de múltiples autores con ideologías diversas, así como las conclusiones que ha sacado él, particularmente, de su experiencia de vida.

jueves, 14 de enero de 2021

ES FUNDAMENTAL CREAR UN NUEVO ORDEN SOCIAL UNIVERSAL (Re-lectura)


Autor: Lino Morales Gómez

Lo que realmente nos hace falta de manera urgente y radical no es un simple lavado de manos. Tampoco una pequeña reforma de los diferentes órdenes sociales y económicos que han regido y que están rigiendo en nuestras sociedades actuales. Lo que realmente necesitamos es un cambio de raíz en nuestras relaciones sociales y económicas, empezando por las mentalidades, pues hasta ahora casi todas las economías políticas han resultado corruptoras.

La malicia, lo injusto, lo inmoral y la falsedad que impera en la mayoría de los niveles económicos y sociales han venido incubándose desde el momento en que se permitió la apropiación privada de los elementos naturales, desde que se permitió vender y comprar los elementos que conforman y forman a nuestra madre naturaleza, desde que se la descuartizó y se la hizo jirones apropiándoselos y especulando con ellos individuos o entidades de manera impune. Con esto, quedaron anulados todos los derechos humanos naturales de igualdad, de libertad y de dignidad personal, así como los de una justicia natural en el uso de los elementos naturales que ha afectado y afecta a todos y a cada uno de los seres humanos. Ya estamos hartos de aguantar todas estas vejaciones y discriminaciones por causa de haber creado diferentes castas y clases sociales. Ya es hora de que se lleven a la práctica las tan pregonadas igualdades en los derechos humanos. Todos nacemos libres e iguales. Todos somos iguales en dignidad y derechos. Todos somos iguales ante los derechos humanos. Todos tenemos derecho al derecho.

Creo que no es suficiente, ni basta con modificar ésta o aquella faceta de estos corruptos y corruptores sistemas sociales que actualmente tenemos en práctica. Considero que es preciso construir y llevar a la práctica un ordenamiento social totalmente natural. Que sea justo desde sus cimientos, particularmente en lo económico, en lo político y en lo social. Un orden social donde sea posible practicar una sana justicia, la sinceridad, la verdadera moralidad y honradez, sin merma de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad, tanto en derechos como en deberes.

 Debemos, pues, promocionar y llevar a la práctica un orden social político y económico que no esté imbuido ni coartado por tabúes de ninguna clase, por malas costumbres o antinaturales tradiciones, pues siempre ha habido influencias de maléficos poderes fácticos. Necesitamos un orden social que sólo tenga como guía las leyes y los derechos naturales, donde impere una justicia que también llegue a todos por igual y que sea la misma para todos, así como un sistema productivo individualizado donde cada cual sea dueño de todo el valor de su personal trabajo.

Es bueno tener iniciativas privadas e individuales, pero habiendo una acción reguladora en la aplicación social de todas esas iniciativas personales. Es preciso y bueno que haya progreso, pero siempre se debe evitar la anarquía descontrolada. Las cualidades dinámicas deben ser alentadas por las iniciativas, bien individuales o bien de grupos.

Hay que profundizar más en estos contenidos. Las estructuras sociales y económicas que tenemos en la actualidad son, como hemos dicho, no válidas para dar garantías a todas las personas en lo que nos corresponde por naturaleza, a todos y a cada uno de nosotros. Estas estructuras sociales que ahora tenemos no tienen previsto, ni a corto ni a largo plazo, medir a todos con la misma vara.

Las medidas actuales están tan torcidas que es imposible enderezarlas y es preferible arrojarlas al fuego para fundirlas y construir de nuevo otras que nos igualen a todos en derechos. O sea, debemos construir una nueva manera de medir, construir un nuevo ordenamiento que sea más justo, más igualitario, más natural y más respetuoso con todas las individualidades personales.

Comparto esto de universalizar los derechos y las maneras de igualarnos en dignidades, en donde quiera que nos encontremos, pero eso no es suficiente. Además de eso, debemos borrar todas las fronteras, las castas y las clases sociales, así como los derechos diferentes. También se deberá prohibir la propiedad privada de toda clase de elementos naturales.

Antes del criterio generalizado que se tiene sobre todo esto, comprendemos que el querer implantar de golpe este radical cambio es realmente utópico. Por eso, lo primero que es imprescindible hacer es instruir las mentalidades para hacer comprender los equivocados criterios mentales de muchas personas que están interesadas en mantener estos corruptos y especulativos sistemas. Creo que si realmente queremos estar dentro de una verdadera justicia social y de una auténtica ética natural, hay que infundir claridad en los entendimientos y en las mentalidades de los seres humanos.

Hoy, gracias a la ciencia y a la técnica, el hombre puede disponer para su servicio de ciertas fuerzas naturales. Ahora bien, no olvidemos que tenemos el ineludible deber de no alterar este maravilloso orden natural establecido por nuestra madre naturaleza, pues un mal uso de algunas fuerzas naturales puede traernos fatales consecuencias.