Autor: Lino Morales Gómez
Es natural la aspiración a tener libertad para ser propietarios de todo el valor del fruto de nuestras facultades y trabajos personales.
Es natural la aspiración a tener libertad para ser propietarios de todo el valor del fruto de nuestras facultades y trabajos personales.
Nadie quiere depender ni estar
condicionado por la voluntad de otros. La tendencia general de toda persona
normal es querer ser autónomo en su manera de organizarse, mejor que depender
de lo que otros dispongan. O sea, que todos deseamos poder ser patronos de nosotros
mismos, aunque sea en unión con otros.
Esto es debido a que entendemos
que siendo autónomos se podrá disponer de más libertad para tomar decisiones
propias y, con ello, ser uno menos dependiente y menos condicionado por los otros.
Teniendo autonomía para poder
tomar nuestras decisiones, nos podremos tratar con los demás en un plano de
igual a igual, nos sentiremos más personas. Con tal autonomía, es natural que
nos consideremos verdaderamente un ser más racional, más humano, más importante.
Además, sería más racional si cada uno de nosotros fuésemos patrón de nosotros mismos,
pues toda dependencia humilla, degrada y en muchas ocasiones esclaviza.
Por eso, sería muy conveniente
poder disponer de un orden social que nos permitiese tomar nuestras propias
iniciativas y decisiones libremente, así como poder desarrollar nuestras
actividades laborales sin que nadie interfiera en nuestros asuntos. Sé que esto
es muy difícil, pero creo que es posible, bien solos o en compañía con otros. Considero
que todos tenemos el mismo derecho a disponer de nuestras facultades personales
y a relacionarnos con los demás en un plano de total igualdad.
La autonomía en nuestro decidir y
en nuestro consumir, y la libertad para poder elegir nuestras actividades laborales
son imprescindibles para que cualquier ser humano se sienta persona racional y
para que pueda realizarse como tal.
Por otra parte, la libertad es también requisito esencial e imprescindible para poder conseguir la felicidad personal. De ninguna manera, se podría llegar a ser cabalmente feliz si no se tiene entera libertad para poder elegir nuestra manera de ser y nuestros propios caminos, nuestros propios quehaceres. También, para poder elegir a nuestros compañeros, a nuestros amigos para convivir y compartir nuestro medio.
Por otra parte, la libertad es también requisito esencial e imprescindible para poder conseguir la felicidad personal. De ninguna manera, se podría llegar a ser cabalmente feliz si no se tiene entera libertad para poder elegir nuestra manera de ser y nuestros propios caminos, nuestros propios quehaceres. También, para poder elegir a nuestros compañeros, a nuestros amigos para convivir y compartir nuestro medio.